sábado, 15 de septiembre de 2007

Reyes y cuitas



Dudas todos las tenemos, ­


¿Somos de derechas o de izquierdas? ¿existe el centro?, ¿somos Republicanos o Monárquicos? . La política es un mundo tan complejo que nadie tiene la verdad absoluta y mucho menos las ideas perfectas.

La historia nos muestra que los unos y los otros siempre tienen alguna perfección/imperfección.

Los reyes son los primeros.



No hace falta adentrarnos demasiado en las cuitas de estos "sementales oficiales" para descubrir la historia de la historia, esa que no aprendemos en las escuelas y que sin ningún tipo de dudas nos habrían hecho nuestras aulas de historia bastantes mas amenas de lo que fueron.

Hace unos años hice seis cursos para aprender la lengua de Shakespeare.


Hay algunas personas que tienen una cierta predisposición para este tipo de actividad, en mi caso debo reconocer públicamente que, a pesar de las múltiples intentonas y esfuerzos que hice e hicieron mis profesores/as, no hubo manera de hacerme pronunciar correctamente una palabra. Quizás el secreto este, como me dijo mi ultima profesora en "lanzarse a la piscina" y dejar de preocuparse de otras gaitas gramaticales.
Como decía, hice seis cursos de ingles y en el ultimo me pidieron hacer una exposición para el resto de los alumnos, en aquella lengua, sobre mi oculta afición: " la historia".
Cualquier tema era bueno.


En mi inocencia elegí : "Comparación entre España e Inglaterra en el siglo XVI".
Economía, guerras, situación eclesiástica, reyes, descubrimientos, ciencias, literatura e incluso distinguidos piratas fueron mis compañeros durante un par de meses.
Los reyes fueron los mas sorprendentes y los reyes españoles aun mas.

El siglo XVI estrecho mi mente curiosa y aunque la exposición solo verso sobre este siglo, comencé a recopilar información en el siglo XV.

Fernando el Católico.

Como diría un castizo: "Joder que pieza".

Con 16 años tuvo su primer hijo con Luisa de Estrada : D. Alfonso de Aragón, que como en la actualidad no tuvo ningún problema para encontrar un buen trabajo: Arzobispo de Zaragoza.
Después vinieron el resto: Con Aldonza de Ivorra: Alfonso y Juana. Con su legitima esposa, Isabel la Católica: Isabel, Juan, Juana la loca, Maria y Catalina.


Con su segunda mujer Germana de Foix: Juan.


Con otras vecinitas que se pusieron a tiro: Maria, otra Maria de Aragón y todos aquellos de los que nadie tuvo noticias.
No está mal para las cortas vidas de estos personages (Bueno, para éste señor no estuvo mal, 64 años) aunque a su favor hay que decir que sin televisión su vida no debía de ser muy divertida que digamos.

Fernando, murió y dejo una viudita francesa que no debía de estar nada mal y además en su testamento dejo clarísimo que cuidasen y protegiesen a su segunda esposa Germana de Foix. Tenia 17 años cuando se caso con "el semental" Fernando y como siempre ocurre en estas cosas era una operación política. Cuando murió Fernando tenia 28 añitos.
Por una parte los herederos legítimos al trono de España, Isabel y Juan habían muerto, la primera de parto y el segundo de tuberculosis.
Ante esta situación y viendo que Juana "la loca"no estaba muy bien del "coco" pensaron que seria mejor buscar otra solución.
El hijo de Germana de Foix con Fernando "el semental", Juan, solo vivió algunas horas. ¡me cachis!.
Todo este tinglado lo heredo el hijo de Juana "la loca", Carlos I o V, como prefieran.
Carlos llego a España con 17 años, rodeado de sus consejeros flamencos y entre otras cosa el encargo de cuidar de la viuda de su abuelo y claro, no podía defraudar esas esperanzas.
Se instalo en su palacio de la corte de Valladolid y a la viudita en el palacio de enfrente no sea que le ocurriese algo por estar alejado de ella. ¡nunca se sabe!.
Lo que si sabemos es que las calles no estaban alquitranadas y las idas y venidas de palacio a palacio se hacían duras y además en invierno con tanto barro llegaban hechos unos zorros de mierda.
El Emperador Carlos, harto de esta situación, ordeno instalar una pasarela de madera entre los dos palacios para evitar estas molestias y claro, el resultado fue que Germana de Foix tuvo una hija con Carlos, Isabel. No se pierdan el detalle, nuestro emperador tuvo su primera hija con su abuelastra (yo hubiese querido para mi una abuelastra así, joven, en plena ebullición, francesíta y con medios económicos suficientes, además en seguida la casaron con otro para que no se sintiese sola).


En Castilla los viejos dicen: "Cuando la moza prueba el melón, si le coge gusto, hay que dárselo entero". A Germana parece ser que el melón le encantaba.

(Cuando en mi exposición en ingles llegue a este estadio, los asistentes, una quincena, tenían los ojos como platos y no podían acreditar que la historia diese esas sorpresas. Ninguno se me durmió). Hay que aclarar que el resto de las exposiciones no habían sido muy animadas que digamos. Sólo una titulada "Mi granja y yo" resultó verdaderamente divertida, las otras con títulos como: "Ritos funerarios en Madagascar", "Mi amigo el camello" o "Mohamed Alí", resultaron verdaderamente soporíficas.

Después el emperador Carlos hizo honor a su abuelo "el semental" y tuvo cinco hijos con su legitima, Isabel de Portugal, y otros cinco en sus salidítas para la partida de mus.



En realidad Isabel de Portugal no se quejo nunca ya que desde su luna de miel (siete meses) que paso en La Alhambra se había sentido tiernamente amada por Carlos hasta el punto de que empezaron a sospechar que no volverían a su Alcázar de Toledo o que en todo caso establecerían la buena costumbre de "las vacaciones pagadas" por el resto de los españoles. Por esta razón decidieron construir el palacio de Carlos V en la Alhambra, por si volvían o se establecían definitivamente.


La realidad es que nunca, ni Isabel ni Carlos, lo utilizaron.



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