viernes, 26 de octubre de 2007

Sonrisa / Paises / Italia


"Dolce vita", alegría desbordante, ¿no sé porqué?, pan y circo, llora sus penas en solitario y en silencio, una excelente filosofía.

¿Conoció a un italiano triste?
¡Jamás! y además son los vendedores por excelencia.

Para empezar te venden su alegría de vivir aunque por dentro estén llorando. (Vi a italianos vender equipos de alta tecnología dónde aún no existían centrales de producción de electricidad para poder alimentarlos, hay que saber hacerlo).

Mc Cain, ¿recuerdas cuando estábamos con dos excelentes "mulatas" en Copacabana tomando una caipirinha y aquel italiano nos "vendió una moto" y nos encontramos en un tren mirándonos el uno al otro y de camino a Sao Paulo mientras él disfrutaba de aquellas cinceladas curvas? ¿Cómo lo hizo?, si hubiese sido necesario nos hubiese vendido a su madre y aun sabiendo que eso era imposible, la hubiéramos comprado.

¿Recuerdas a aquel otro amigo nuestro, también italiano ¡qué casualidad!, que vendió un radar que aun no existía, a la OTAN?

Todo esto es el resultado de siglos de maestría. Copiaron la civilización griega, claro está, cambiaron los nombres, e incluyeron una pizquíta de pimienta negra para dar su toque a esa alegría tan particular que caracteriza al pueblo italiano. ¡Viva Italia!.

Hace mucho tiempo que me prometí conocer la cuna de nuestra civilización y después de aquello aun sigo corriendo detrás "del inicio".

Comencé por Roma, gran ciudad que tuve la suerte de conocer en el año 1977 por primera vez. Ultimamente voy casi todos los años, ¡me fascina!.
Roma imperial, Roma monumental, Roma religiosa, Roma Fontana de Trevi, Roma multicultural, Roma viva, Roma cada vez distinta, pero siempre ROMA.

Venecia ciudad romántica por excelencia, siempre y cuando se tenga voluntad de que sea así.
Ciudad del equilibrio, del ser y no ser, del arte sublime, de la calma, toda flotante, nunca segura, siempre impredecible.
¿Quien no ha sentido una cierta emoción decimonónica al tomar "el vaporetto" y circular por sus canales?

Nápoles, alma mediterránea por excelencia, caótica, bulliciosa, milagrosa. ¿Cómo hacen los napolitanos para no tener más accidentes de tráfico? Si alguien conoce la respuesta me gustaría conocerla.

Milán, la ciudad del Duomo, de la Scala, ciudad de la moda mas exquisita, ciudad con su cinturón industrial bien rodado, capital del norte, vecina de las Dolomitas.

Ispra, pequeña, funcionarial, investigadora.

Lago Mayor, náutico, bello, señorial.

Padua, calles porticadas, plazas monumentales, acogedora.

Génova, portuaria y bulliciosa.

Rieti, "el ombligo de Italia" , una placa de piedra en su plaza principal colocada por los romanos nos recuerda que era el centro geográfico de Italia . Industrial, deportista (excelente equipo de baloncesto).

Montecassino, cuna de la Orden Benedictina, punto estratégico, demolido, reconstruido, demolido de nuevo, reconstruido una y cien veces, la ultima vez en la II Guerra Mundial en 1944, esta vez fueron los norteamericanos, reconstruida por el gobierno italiano e inagurada por Pablo VI en 1964.

Villa Adriana.
Curioso pero cierto, Adriano fue el único Emperador romano que visitó todo su Imperio.
Era sevillano de Itálica y su "genio" no le dejo estar quieto un momento.
Eso de estar en Roma todo el tiempo de fiestorra le resultaba aburrido a pesar de haberse criado en ese ambiente, ya su tio fué el emperador Trajano.

Como decía, se cogió la maleta y…a viajar.

Se puede decir que fue el primer turista de la historia. Todo el mundo viajaba por trabajo, guerras, desplazamientos de pueblos y culturas, pero por conocer, nadie lo hacia.
Viajó y fue acumulando "souvenirs" de todos los sitios por donde pasó, también algún que otro efebo, hay que decir que era bastante "marica" este señor.

Cuando volvió a Roma mando construir la Villa Adriana decorándola con todo lo que habia traido de sus vacaciones pagadas por el Imperio.
Ni que decir tiene que también se trajo a un bello zagal de Egipto que al llegar a Roma comenzó a sentir morriña de su tierra pero como su amante, el Emperador, tenía posibles, mando construir en la Villa Adriana una reproducción del Nilo con sus cocodrilos de mármol y todo, para que no se comieran a nadie.
Cuando la Villa estuvo terminada el Emperador pasaba largas temporadas en "su casíta" de vacaciones hasta que su amigo, Antinous, en viaje con el Emperador murió ahogado en el Nilo.
A partir de ese momento el Emperador se sintió desconsolado y murió poco después.
Es una bonita historia, lo que no resulta tan bonito es que esta Villa se fuera abandonando poco a poco y terminase de ser expoliada por el Cardenal d'Este, que aprovechó sus materiales, en especial los mármoles, para construir la famosa Villa d'Este con su fuente de los cien caños.
Esta técnica de aprovechamiento de materiales de monumentos "paganos", que no pagados, por las autoridades religiosa, fue una forma muy extendida en toda Italia, recordemos que los mármoles y demás materiales que decoraban la fachada del Coliseo en Roma fueron utilizados para la construcción de la Basílica de San Pedro.

Si quieren comer bien en Tívoli, cuando visiten estas dos Villas, Restaurante "Il Padovano", magníficas carnes y verduras.

Después de éste pequeñísimo paseo italiano solo se puede decir Arrivederci !!

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