lunes, 4 de febrero de 2008

"La madre del cordero".


En los años 60, cuando toda la juventud estaba en cuestiones hippescas, beatlerianas, mariguanescas etc…en España, gracias al slogan del Sr Fraga Iribarner, "España es diferente", estabamos en la inopia total.
El tener el cabello largo, barbas largas, pantalones campana o cantar canciones ininteligibles para la mayoria de los mortales, era un pecado para la rancia iglesia y un atentado a las buenas formas que, aquellos que habian ganado la guerra civil, imponian a diestro y a siniestro como si su ideologia fuera la unica en el mundo mundial. Eramos la reserva católica de occidente.
En este marasmo de confusión surgió un grupo musical universitario que hizo "le bonheur" de los pocos que se atrevian a enfrentar a la autoridad legalmente establecida.
No llegue a comprender muy bien el porqué aquel tan afamado grupo no terminaba nunca sus conciertos, siempre organizados en los colegios mayores de las diferentes Universidades.
Dada mi corta edad y escasos medios económicos, nunca asistí a un concierto de aquellos pero sé de buena tinta que todos terminaban con la intromisión de los "grises" y la desbandada general al grito de "salvese quien pueda" (Para quien no lo sepa, los "grises" era la policia, llamada así por el color de sus uniformes).
Las letras de las canciones, sin embargo, quedaron grabadas en la memoria de todos los jóvenes rebeldes de aquella época.

"Yo quiero ser, un pequeño burgués
tener un seiscientos
y luego un coupé.
Quiero ser socio del Madrid
Quiero tener televisión
Quiero un ascenso en la oficina
Y en el chalet una piscina
Quiero un ascenso en la oficina
Y en el chalet una piscina
Porque en el fondo
Yo quiero ser
Un pequeño burgués"

Díganme que tiene de malo ésta letra. Sólamente era una expresión de nuestra ansia de progreso con un halo de alabanza al "régimen" por poder permitirnos un seiscientos, coche del pueblo (como el escarabajo de Hitler), por querer progresar más y aspirar a un Seat 850 coupé, querer tener chalet con piscina, progresar en el trabajo…¿acaso estabamos tan subordinados que ni a eso podíamos aspirar?.

Otra letrita.

"Las tarjetas de canto dorado
anunciaban…..
La marquesa iba a dar una fiesta
de gala………
Y tan caritativa
y siempre tan cristiana
la iba a dar…………
A beneficio de los huerfanos, los huerfanos,
y los pobres de la capital
los huerfanos, los huerfanos,
y los pobres de la capital.

El Duque D° Baldomero
vomitaba con esmero
encima de un camarero
el caviar del esturión,
y lo vomitaba……
A beneficio de los huerfanos, los huerfanos,
y los pobres de la capital
los huerfanos, los huerfanos,
y los pobres de la capital.

Y la de Sotomayor
de antepasados gloriosos
filtreaba sin reposo
en ausencia de su esposo,
con un joven parecido
a Rodolfo Valentino
con un algo de cretino
y un algo de socarrón,
y filtreaba…..
A beneficio de los huerfanos, los huerfanos,
y los pobres de la capital
los huerfanos, los huerfanos,
y los pobres de la capital."

Esta letrita seguro que molestó a mas de un santo varon o varonesa que se veían reflejados perfectamente en tan satírica canción y todo ello con el beneplácito de alguna alta jerarquia eclesiástica que nunca se perdió este tipo de actos... "A beneficio de los huerfanos, los huerfanos,
y los pobres de la capital".
La excusa siempre fue que era necesario estar cerca de los ricos para sacarles el dinero que luego darían a los pobres. De paso, con esta estrategia, si algo quedaba en la saca, bueno era.
Ejemplo ejemplar fué Jesus Aguirre, sacrificado confesor de la Duquesa de Alba que pasó a ser su esposo para bien de la cultura patria y de las arcas de la iglesia, me imagino.

Como se puede ver, en mi pais "hasta los tontos hacen relojes de madera".
Al buen entendedor con pocas palabras basta.

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